El anarquismo es una doctrina
política que tuvo cierta vigencia e importancia a principio del siglo XX
cuando las democracias liberales daban apenas sus primeros pasos. Se originó
en Europa y, a través de los inmigrantes, se difundió por toda América. La
directora uruguaya Virginia Martínez rescata en este documental las
actividades de los “anarquistas expropiadores” en Argentina y Uruguay a lo
largo de las décadas del '20 y del '30, concentrándose especialmente en la
figura de Miguel Arcángel Roscigna, inmigrante italiano que organizó y
cometió varios robos hasta que finalmente fue capturado y “desaparecido”.
Se destaca ante todo el
elaborado trabajo de investigación que incluye fotografías, recortes de
periódicos y filmaciones de la época que ilustran historias dignas de
películas hollywoodianas de atracadores y bandidos como podrían ser
Dillinger, Boxcar Bertha o Bloody Mamma. Uno de los
asaltos más famosos, el de una casa de cambio de Montevideo, está
reconstruido con una detallada secuencia fotográfica que salió publicada en
la tapa de un diario de la época.
Sin
embargo, por momentos
Acratas cae en un tono excesivamente didáctico al que la solemnidad de
la voz del narrador en off y la banda sonora no hacen más que potenciar. Los
testimonios de historiadores y familiares en el presente tampoco arrojan
demasiada luz sobre la difusa ideología, el destino de los botines o los
propósitos últimos de estos anarquistas. Algunos condenan todo acto de
violencia, otros justifican las acciones argumentando que Lenin también
tenía su banda de forajidos que le ayudaron a organizar su partido.
Sobre la
caída de todas estas bandas en la década del '30 el film atribuye la
principal responsabilidad a las dictaduras que tomaron el poder y
reprimieron masivamente. Pero lo cierto es que la propia naturaleza de sus
acciones condenaba estas empresas sino a un inmediato fracaso, por lo menos
a una existencia acotada en el tiempo. Además, el sindicalismo comenzó a
tener mucha más importancia, ya fuere por el mayor número (de afiliados), ya
por la toma de decisiones a partir de las negociaciones con el Estado.
Muchas facciones anarquistas vieron, así, cada vez más reducidas sus filas.
Dejando el camino abierto
–en
el caso de la Argentina–
al ascenso del peronismo y la incondicional identificación de las masas con
el líder.
Acratas
tiene su valor, desde lo testimonial y expositivo, recuperando una parte de
la Historia no siempre recordada y tomada en cuenta. Pero desde el punto de
vista reflexivo, o de la capacidad de generar debate, deja que desear.
Juan Alsinet
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