Lejos del paraiso

No todo lo que reluce es oro, reza un viejo y conocido refrán y el director y, en esta ocasión, autor Todd Haynes (Velvet Goldmine) se encarga de plasmar con excelencia, narrativa y cinematográfica, ese concepto con la recreación de un melodrama familiar de los años 50 para los espectadores del 2000. De manera artesanal Todd retoma aquellas películas de mujeres que hiciera famosas Douglas Sirk (Lo que el cielo permite, Imitación de la vida) y para ello muestra y “desnuda” a una familia que parece perfecta y a un pueblo, Hartford, con el estilo con que se hubieran filmado (técnica, argumental y moralmente) hace medio siglo.

Lejos del paraíso relata la historia de Cathy Whitaker (Julianne Moore), ama de casa con una vida envidiada (matrimonial y socialmente) por su amigas, durante 1957 en una localidad de Connecticut, Estados Unidos. Cathy tiene una familia que es la concreción del sueño americano: dos hijos estudiosos y educados, un esposo, Frank (Dennis Quaid), exitoso vendedor de televisores, una casa en un barrio residencial, una mucama negra, un buen pasar económico y una intensa vida social.

Sin embargo la aparente perfección de ese hogar se resquebraja cuando Cathy descubre, accidentalmente, que su esposo es homosexual –en aquellos años el término gay era desconocido– y encuentra en el jardinero negro Raymon Deagan (Dennis Haysbert, uno de los protagonistas de la serie televisiva “24”) el apoyo que no le brinda el entorno familiar.

Si bien en sus primeras estéticas y coloridas secuencias (el director de fotografía es Ed Lachman, el mismo de Erin Brockovich y Simone) Lejos del paraíso parecería ser una cabalgata nostálgica por aquellos años, a la media hora de proyección se transforma en una vigorosa historia que pone sobre el tapete amores prohibidos, prejuicios raciales y la intolerancia de esa época, cosas que no han cambiado del todo 50 años más tarde.

Ante este panorama Cathy ve desaparecer su “mundo perfecto” y debe enfrentar la vida real en la que su relación puramente platónica con el jardinero de color… es mucho más peligrosa y vergonzante que la homosexualidad de su esposo.

Lejos del paraíso marca el reencuentro de Moore con Haynes (la dirigió en 1995 en Safe) ha recibido numerosos premios y 4 nominaciones al Oscar. Digamos también que el personaje de Cathy tiene muchísimas cosas en común con el que esta actriz personificó en Las horas.

Por lo contundente del argumento y su parábola sobre las ilusiones y la realidad, su fotografía, las hermosas melodías de Elmer Bernstein, esta película producida por Steven Soderbergh y George Clooney será difícil de olvidar.

Enrique Monzón