Marjane "Marji" Satrapi, nacida en
1969, es probablemente la única dibujante e historietista iraní. Retrató su
vida en un cómic (éxito de ventas en Francia y fenómeno a nivel mundial) y
luego la plasmó en esta película en colaboración con el francés Vincent
Paronnaud. Persépolis cuenta las vivencias e
impresiones de Marjane desde la época del Sha hasta nuestros días. Y, respetando los
códigos de su origen, está hecha en dibujos animados y casi en su totalidad
en blanco y negro. Satrapi construye un gran relato en forma de racconto
para narrar una historia de tintes políticos y dramáticos, en donde repasa
la época de su infancia bajo el gobierno del Sha, su posterior derrocamiento
por el fundamentalismo más brutal, su exilio forzado a Europa y su vuelta a
Irán pos 11 de septiembre.
La visión de la directora,
de claras referencias expresionistas (cita a "El grito" de Munch incluida)
y no carente de humor y poesía, habla de temas universales como el derecho a
la libertad de expresión, la madurez, la discriminación (racial y sexual) y
las relaciones familiares. Lejos de caer en clisés, decide mostrar el
sufrimiento de sus personajes con cierto pudor y esperanza. Marji, la
protagonista (a cuyo dibujo Chiara
Mastroianni dotó de voz), es una poderosa mezcla de Mafalda (la de Quino), Juno
(la de la reciente película de Jason Reitman) y Sagreh, la heroína de
A las 5 de la tarde, de Samira Makhmalbaf. Rebeldía, desobediencia a
códigos sociales que considera injustos, pasión, se mezclan con una mirada
por momentos risueña sobre la realidad que la rodea. Su mirada sobre el
mundo occidental no está exenta de críticas y demuestra su inconformismo
ante la tierra (Europa) a la que llegó para vivir.
Hace un par de días
descubrí gracias a un sitio web a Sarah
Maple, una artista de 23 años, mezcla de musulmana y cristiana que se
crió y vive en Inglaterra. Viendo su más que recomendable página en Internet
(www.sarahmaple.com/) pude ver que Satrapi no es la única
joven dedicada a retratar artísticamente ese conflictivo cruce de orígenes en su
historia.
Sergio Zadunaisky
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