Manhattan todavía tiene sus torres gemelas intactas y el matrimonio de
Porter Stodard (Warren Beatty) también se mantiene en pie. Pero la vista
aérea a lo largo de la Quinta Avenida, donde vive el personaje, ya sugiere
que algo se está por derrumbar.Porter tiene dinero, una esposa (Diane
Keaton) tan exitosa como él en los negocios y una amiga (Goldie Hawn) que
acaba de enterarse que su marido (Garry Shandling) la engaña. Atraído por
las bellas mujeres que giran a su alrededor y por la acelerada actividad
sexual que hay en su casa (su hijo duerme con una provocadora adolescente
que luce un piercing en la boca, su hija con un tímido de Medio Oriente y la
mucama con un centroamericano salvaje), Porter sabe que el camino tomado por
la pareja amiga es el futuro inmediato de su matrimonio. Sólo es cuestión de
tiempo. ¿Cuánto tardará en caer en manos de una bella chelista (Nastassja
Kinski), de una falsa Marylin Monroe (Jenna Elfman) o de su mejor amiga, y
cuánto le tomará a su mujer descubrirlo?
Ricos, casados e infieles no deja de ser una comedia muy, muy
liviana, con gags repetidos y con lugares comunes que comienzan en el
momento de leer el reparto. Al ver en el afiche a Diane Keaton o a Goldie
Hawn no se puede evitar recordar las comedias rápidas de las hermanas
Nora y Delia Ephron (entre las dos han escrito, producido y dirigido
alternativamente No nos dejes colgadas, Tienes un e-mail y
Sintonía de amor, entre otras), y una montaña de films similares, como
El club de las divorciadas, por mencionar una película que es un
calco de No nos dejes colgadas (ver más abajo: "El club del
cuelgue").
La película tiene un par de cositas que la hacen llevadera. La primera es
Warren Beatty con su cara de no entiendo que está pasando que
recuerda lo mejor de su actuación en Bullworth. La segunda es la
acuarela de una sociedad americana invadida por latinos, musulmanes y demás
yerbas a quienes se considera automáticamente como sexies.
Sin embargo, y a pesar del multiestelar elenco (en el que aparece hasta
Charlton Heston), no hay mucho más para decir. Para verla, mejor esperar
encontrarla como la última cinta disponible en el videoclub un tormentoso
sábado a la tarde.
Javier Rey
El club del cuelgue
No nos dejes colgadas es una comedia con Diane Keaton, Meg
Ryan y Lisa Kudrow presentada en el 2000 que, curiosamente, se parece
demasiado a El club de las divorciadas, también protagonizada por
Keaton en 1996. Desde los afiches –con los cuales se podría jugar al juego
de las coincidencias– hasta el argumento, todo olía a reciclado. Ambos
carteles publicitarios mostraban a las tres protagonistas vestidas de negro.
En uno sostenían un teléfono en cada mano, en el otro compartían la
debilidad por el habano. El motivo de reunión de las divorciadas era la
muerte de una amiga del colegio, mientras que el de las hermanas era la
enfermedad del padre. Al menos, no se puede negar que las protagonistas
tienen sentimientos (aunque también se podría pensar que son yeta).