HOMEPAGE
ESTRENOS
VIDEOS
ARCHIVO
MOVIOLA
FORO
CARTELERA
PRENSA
ACERCA...
LINKS















TITAN A.E.

Estados Unidos, 2000


Film de animación dirigido por Don Bluth y Gary Goldman.



Hace rato que la Guerra Fría terminó, pero a los norteamericanos les quedó el gusto por perseguirse: como en los años cincuenta, los peores enemigos vienen de afuera, del espacio sideral, dispuestos a terminar con los terráqueos… y con su planeta. Efectivamente, los ultravillanos de Titan A.E. son alienigenas, pura energía encaminada al mal. A poco de empezar la peli, los Drej se salen con la suya: hacen moco, perdón, polvo la Tierra en que vivimos. Ríanse ustedes de los pasajeros de los platillos voladores de La guerra de los mundos (1953) o, más cerquita en el tiempo, de Día de la independencia, extraterrestres pesados que apenas destruían ciudades. Los Drej del 3000 y pico hicieron desaparecer del mapa (cósmico) a nuestro planeta, y los humanos que quedaron con vida están exiliados en colonias perdidas, y siguen siendo el objeto favorito de caza de los infalibles villanos. Pero no todo está perdido para los terrícolas, ya que esto no es cine negro sino una producción que intenta atrapar al público adolescente.

Un valiente, astuto y brillante científico construyó una especie de Arca de Noé de la ciencia ficción. Es decir, una supernave que contiene las sustancias básicas –o algo así– para recrear la Tierra y todos sus seres vivientes. Este flor de aparato se llama como la película: Titán, y está escondido en algún lugar del cosmos. El científico ha muerto a manos de los malignos Drej… pero su hijo adolescente, Cal, está vivito y fanfarroneando en una "estación espacial de salvamento", entre una fauna de extraterrestres descendientes de las criaturas de George Lucas & Co.

¿Quién se va a enterar del secreto del Titán, quién encontrará aquel arca para recrear al planeta Tierra con todos sus chiches y bichos? Sííí: el hijo del científico que desapareció para siempre en acción. Un antiguo compañero de su progenitor lo pone en antecedentes de la existencia de la nave y una piloto –la seductora Akima– le despierta la libido y termina de decidirlo. El resto no es silencio sino ruidosos combates espaciales cuidadosamente diseñados, con múltiples efectos especiales y un suspenso basado en los recursos más clásicos: la lucha es cruel y es mucha, el héroe cae en manos de los villanos, etc.

Además del despliegue formal, Titan A.E. propone algunas novedades en el cada vez más digitalizado rubro de los dibujos animados (aunque aquí se ha intentado darle una terminación más artesanal al asunto, lo que lo vuelve menos impersonal): pertenece al género de la ciencia ficción, algo inhabitual en los largometrajes de este rubro; intenta atraer a un público que dejó atrás la escuela primaria con personajes más complejos y contradictorios, a los que coloca en situaciones un poquitín más violentas o erotizadas que las que son norma en las producciones dedicadas a los infantes. Lo cierto, sin embargo, es que Titan A.E. no deja de ser un híbrido: algo fuerte para los peques... demasiado ingenua para los teens.

Moira Soto