Hay que decir que El transportador, cuyo guión también fue escrito por Besson, es de lo mejor que ha producido este francés. Pero los méritos no pasan por el guión, absolutamente convencional, con varios diálogos, situaciones y un romance inverosímiles, sino por el trabajo del realizador, Corey Yuen, director de 30 películas en Hong Kong y coreógrafo de artes marciales en films como Arma mortal 4 y Romeo debe morir, quien tiene pasta de la buena y le saca partido a la habilidad y elasticidad de Jason Statham (Snatch, El único), estrella de la película, en absurdas pero muy divertidas secuencias de acción.

El relato trata de un ex soldado que se gana la (muy buena) vida transportando todo tipo de cargas non sanctas en su Mercedes... sin husmear ni hacer preguntas. Sus problemas, justamente, comienzan cuando abre por su cuenta un bolso y descubre a una mujer oriental (Shu Qi) maniatada. Una de esas chicas que saben mucho sobre lo que no tendrían que saber nada.

El transportador se toma un tiempo para dejar atrás los "diálogos importantes" y la forzada historia de amor entre esa muchacha y el protagonista. Pero cuando lo hace, se convierte en una entretenida (nunca aburre) película de acción. Y eso no es poco en estos días.