Realizada en el mítico blanco y negro, bien puede decirse que las
actuaciones son buenas así como la idea narrativa. Sin embargo, como es
tan recurrente en nuestros realizadores, la mezcla de imágines del pasado
con situaciones del presente, personajes que de pronto cobran vida pero no
como son hoy sino como eran, asaltantes filósofos y otros roles, terminan
por confundirnos. No se sabe si se está viendo, salvandolas distancias,
"Hace un año en Mariembad", de Alain Resnais, o una película
argentina que intenta desenmascarar los disfraces del poder. La intención
es buena pero, en definitiva, nos preguntamos si Mariemband o la Capital
Federal. ¿Qué les pasa a nuestros directores que necesitan de escenas de
sexo explícito para darle "fuerza" a una narración cinematográfica?
¿Qué les pasa con este ir y venir de los tiempos, más que gastados en
el cine, que nos remiten a la decada del 60 pero con grandes directores
que le "sacaron jugo" a la propia tajada que inventaron ellos?
Vamos, muchachos, el cine es creación a partir de historias sencillas o
complejas y menos "intelectualismo sesentista".
Elsa Bragato (Buenos Aires, Argentina. Edad: 54)
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Elsa: te comento que hace siglos que no voy a ver una película argentina,
pero de todas formas me parece un poco excesivo eso de
"intelectualismo sesentista" sobre todo considerando el gran
movimiento cultural que se gestó en esos años. Se que este no es el
lugar indicado para discutir eso, pero no puedo de todas formas dejar de
"recordar" las experiencias (musicales, teatrales, plásticas)
del Di Tella y de tantos otros. Aun cuando tenga 24 años me identifico
con esos baluartes sesentistas y me hago cargo del intelectualismo.
Sebastián, el Heterodoxo (Lanús, Argentina. Edad: 24)
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